Profesor Catedrático de Didáctica de la Matemática (1963 – 1990)
En el año 1963 se presenta en Madrid a dos oposiciones, una para cubrir plazas de Catedrático Numerario de Escuelas Normales (Orden Ministerial de 28-6-63), y otra para plazas de Profesor Adjunto Numerario de Matemáticas de Instituto de Enseñanza Media (Orden Ministerial de 24-9-63). Su capacidad es tal que gana ambas oposiciones e incluso consigue situarse en ambas plazas entre los tres mejores candidatos a nivel nacional. Después de superadas las oposiciones, en 1964 se le asciende a Profesor Adjunto Numerario del instituto Nacional de Enseñanza Media Femenino de Las Palmas; como dato curioso, el salario en aquel entonces era de 21.600 pesetas anuales además de pagas extraordinarias y gratificaciones. Si se tiene en cuenta el índice de inflación desde enero de 1964 hasta enero de 2015, 1000 pta. de entonces equivaldrían a 31.477 pta. de hoy; una simple regla de tres nos lleva a una nómina de 679.903 pesetas anuales, es decir, aproximadamente 4100 euros.
El 1 de agosto de 1963, José Martel toma posesión también como Catedrático y dedicará todo su tiempo a la Escuela Normal de las Palmas a partir de entonces. En octubre de 1968, abandonaría por excedencia voluntaria, la plaza de Profesor Adjunto Numerario Matemáticas de Enseñanzas Medias.
Ocupó en la Escuela, los cargos de Secretario, de Jefe de Estudios después y más tarde Subdirector, entre los cursos 1963/64 y 1972/73; finalmente de Director desde el curso 1973/74 hasta abril de 1982, momento en que cesa de su cargo por petición propia. Fue quizá el momento del desempeño del cargo de Director de la Escuela, el que le supuso mayor esfuerzo, estrés y tensión; dada la importancia del cargo y los momentos difíciles y de cambio por los que atravesaba el Centro; ese periodo se caracterizó por aspectos tales como la implementación de nuevos planes de estudio que siguieron a los vigentes planes 1950 y después 1967, las agitaciones políticas y reivindicativas que surgían con frecuencia, el inicio de la transición hacia la Democracia, la escasez de medios y la ampliación de la plantilla de profesores y el alumnado; aspectos todos a los que tuvo que enfrentarse José Martel como Director del Centro, en contraposición con su carácter tranquilo y afable, aunque siempre trató de satisfacer cualquier inquietud surgida entre sus compañeros de la Escuela
Durante esta etapa, con el plan 1971, la Escuela Normal Elemental de Maestros de Las Palmas se incorporó a la Universidad de La Laguna como Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de EGB, tras el asesoramiento y trabajo de la Comisión formada para dar cumplimiento al Decreto de 25 de mayo de 1972, de la que José Martel formó parte, y experimentó entonces un considerable aumento de alumnado y profesorado.
Otro aspecto a señalar también de esa época, es que el nombramiento del cargo de profesor para ocupar las plazas en la Escuela se realizaba por un curso, prorrogable, y era competencia directa del Director; si se tiene en cuenta su carácter sereno y pacífico, ajeno a todo tipo de disputas y rivalidades, no le debió ser un trabajo satisfactorio el estudio de expedientes y la selección del personal, que en opinión de compañeros cercanos a dicha labor, fue ecuánime y responsable.
Es necesario destacar, al menos dos acciones ejercidas durante su cargo como Directivo de la Escuela; por un lado, comenzó un proceso, laborioso pero fructífero y valioso, utilizando técnicas que ya conocía de su afición a la filatelia para eliminar humedades de los sellos, de recuperación de antiguos expedientes de los primeros estudiantes desde 1853 y documentos de los archivos de la Escuela, semidestruidos por el abandono, y la humedad; entre los expedientes recuperados destacan escritos del abogado y político don Antonio López Botas, impulsor de la creación de la Escuela Normal de Maestros. Por otra parte, promovió la mejora y utilización de los servicios de la biblioteca del Centro, con la dotación permanente y actualizada de fondos bibliográficos, que ha llevado a que hoy en día se considere una de las bibliotecas más completas de la ciudad.
Pero el resultado de tantos años de dedicación al Centro se vio también compensado por ejemplo, con la construcción del bar de la Escuela, la instalación de Seminarios y Laboratorios como el de Física y Química o el de Ciencias Naturales y la dotación de material necesario para su funcionamiento. Así como la organización de una sala de proyecciones con todos los medios audiovisuales del momento, etc.
A partir de la experiencia y el profundo conocimiento adquirido sobre el centro, escribió una documentada historia de la Escuela Normal Elemental de Maestros de Las Palmas, entre 1853 y 1907, y quedó publicada en 1982 en el Homenaje a su amigo y compañero Jesús Arencibia, con este trabajo se convertiría en unos de los grandes historiadores de la Enseñanza en Canarias.
Pero, la faceta del profesor Martel que prevalece sobre todo lo demás, es sin duda, su profundo amor por la enseñanza y, en especial, por la didáctica de las Matemáticas. Tuvo además, una especial predilección por la Geometría y su didáctica, y dedicó tiempo considerable y esfuerzo en la búsqueda constante y actualizada de recursos para su mejor aprendizaje, en este aspecto llegó a convertirse en todo un experto, desde el autoaprendizaje, en el manejo de la aplicación informática Cabri Geométre. Tantas situaciones como ésta, permiten afirmar que José Martel es, en efecto, un didacta magnífico; y este aspecto didáctico lo trasladó a sus clases, impartidas año tras año en esta Escuela.
Como docente, su labor se extiende a lo largo cuarenta años, en la enseñanza de las Matemáticas y su Didáctica y siempre ligada a su Escuela de Magisterio de Las Palmas; entre los años 1959 y 1990 impartiría asignaturas de Aritmética, Álgebra y Geometría, además de Didáctica de las Matemáticas a los distintos niveles. Con la vigencia del plan 71, impartió las asignaturas comunes de las tres especialidades, Matemáticas I, y Matemáticas II; pero también las asignaturas optativas de Cálculo Diferencial I y Cálculo Diferencial II, presentes en aquel antiguo plan en la modalidad de Ciencias, para la formación y adaptación de estudiantes que optaran a una segunda titulación de Ciencias. También se encargó de las asignaturas comunes de segundo curso, Matemáticas III, Matemáticas IV y Didáctica de las Matemáticas; y de tercer curso, Matemáticas V y Matemáticas VI, en la modalidad de Ciencias; los programas de aquellas asignaturas se obtuvieron del libro del alumno del curso 1975-76, curso en el que ejercía de Director de la Escuela, pero también del Departamento de Ciencias y se han adjuntado al anexo VI de Archivo histórico.
Con la aprobación del plan posterior de 1990 y la aparición de las diferentes especialidades de Maestro en detrimento del profesor generalista, los créditos en Matemáticas quedaron reducidos considerablemente; José Martel impartiría entonces asignaturas de Matemáticas y su Didáctica en alguna de las Especialidades de Maestro a las que le confirió, basándose en las experiencias educativas y los contactos mantenidos en las primeras etapas docentes, un tratamiento fundamentalmente didáctico y rico en la utilización de recursos que lograrán una mejor comprensión y asimilación de los conceptos matemáticos por parte del alumno; en este periodo hay que destacar que también diseñó y elaboró el proyecto docente de una asignatura optativa para todas las especialidades sobre Historia de las Matemáticas, considerada de enorme importancia en la formación del Maestro para la enseñanza de esta materia, dada su función como recurso significativo y eficaz para la comprensión de la naturaleza humana y útil de la materia tratada. Esta asignatura sería impartida por él mismo, incluso después de su jubilación en los primeros años de su condición de Profesor Emérito.
Durante este tiempo, su pasión por la enseñanza, su interés por la ciencia, su afán de conocimiento y la continua búsqueda de ideas y recursos, le llevaron a enriquecer, aplicar y divulgar sus métodos pedagógicos. Pero su labor investigadora en pro de la Didáctica de la Matemática, que fue muchas veces silenciosa y en solitario, y en tiempos ciertamente complicados, ha logrado adaptar esta disciplina a las exigencias que han ido surgiendo por los avances producidos en el sistema educativo.
Durante los años 1965 hasta 1988, el profesor Martel es nombrado Consejero General del Canary Islands Mathematics Project (CIMP), proyecto que dirige el profesor Julián Caparrós Morata, y a través del cual se entrega a la labor de difundir las Matemáticas, con la organización de actos diversos, entre ellos el de organizar, en mayo de 1968, una Gran Exposición Internacional de trabajos de niños de 3 a 12 años, sobre Matemática Moderna.
Preparó también la visita de ilustres profesores y matemáticos, conocidos y famosos por sus corrientes didácticas extendidas a partir de los años 70; apoyado por la inestimable ayuda del profesor Julián Caparrós, prepara y recibe la visita de Zoltan Paul Dienes y John Williams, en octubre de 1972; Emma Castelnuovo, en diciembre de 1976; quienes impartieron cursillos y compartieron interesantes experiencias con estudiantes y profesores, sobre Matemáticas en la Escuela Primaria. También cuenta con la ayuda del profesor Caparrós para organizar, en 1980, la visita del profesor José Banfi, director de la revista argentina “Conceptos” (22), durante esta visita se impartieron interesantísimas charlas sobre Didáctica de la Matemática.
La actividad docente e investigadora del profesor Martel queda así plasmada; pero esta situación abarcó una faceta más humana, pues llegó a entablar amistad y mantener correspondencia durante largo tiempo con matemáticos y profesores, tales como Julián Caparrós, Zoltan P. Dienes, Emma Castelnuovo, John Williams, José Banfi o Nácere Hayek.
Por otro lado, el profesor Martel impartió cursos de reciclaje y perfeccionamiento del profesorado de Enseñanza Media, organizó cursillos de perfeccionamiento y talleres de Matemáticas para Maestros, y participó en distintos cursos de actualización en EGB impartidos a lo largo de la geografía canaria; además llevaba a cabo la coordinación del grupo de profesoras y profesores del área de Didáctica de la Matemática de la entonces Escuela Universitaria de Formación del Profesorado.
Por último, divulgó gran parte de sus investigaciones y creaciones, con la publicación de artículos y reseñas, la realización de exposiciones, la presentación de ponencias, la ejecución de proyectos, etc.
Fue Director de notables trabajos de investigación, entre ellos, uno sobre “Didáctica de las Matemáticas en EGB” realizado en 1981. Presentó además muchas de sus experiencias e investigaciones en Congresos Nacionales e Internacionales de Matemáticas, entre las que destacan dos contribuciones mostradas en las XIV Jornadas Hispano-Lusas de Matemáticas, celebradas en 1989; una, sobre el Minicomputador de Papy como arma didáctica en las escuelas de Magisterio y otra, sobre algunas contribuciones de Tabit ibn Qurra a las Matemáticas.
Por otra parte, José Martel mantuvo siempre un deseo de superación y actualización en su formación, y recibió un buen número de cursos de elevado nivel universitario. En uno de estos cursos universitarios de Doctorado, sobre Distribuciones y Ecuaciones Diferenciales, en el periodo 1969-70, conoció al profesor D. Nácere Hayek, quien lo impartía. Fue entonces el origen de una gran relación, tanto laboral como de amistad, que perduraría a lo largo de la vida de ambos, que en muchos aspectos fue paralela, pues ambos fueron nombrados Profesores Eméritos por sus respectivas Universidades.
Hay que mencionar que, entre otras actividades, fue también Profesor Tutor de la UNED, en los años 1975 y 1976; miembro impulsor en la Comisión de Integración de la Escuela Normal de las Palmas en la Universidad de La Laguna, desde 1972 hasta 1974; y después, miembro de la Comisión Asesora de la Universidad de La Laguna para las Escuelas Universitarias, desde 1975 hasta 1981.