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Botánica canaria

José Martel amaba y respetaba la naturaleza de la que formaba parte; fue por ello un gran apasionado de la flora y la fauna de su tierra, sobre todo de la botánica canaria, y era tal su devoción hacia esta materia que conocía y manejaba al completo, el léxico y la taxonomía de los endemismos de la flora canaria; era raro el momento en que, en algún paseo en su compañía, no nos sorprendiera al hablarnos de alguna especie que encontráramos en el camino.

Su pasión por la botánica de su amada tierra canaria, le hacía llegar a ser enormemente perfeccionista en su tratado, muestra de ello es la carta que envío a propósito de una equivocación en la identificación de un ejemplar de drago (dracaena draco) aparecida en un medio de comunicación, en un mes de noviembre, en los años 80, con motivo de la desaparición de un ejemplar de un pándano (padanus utilis) (Anexo Correspondencia).

Drago de Pino Santo

Drago de Pino Santo

Drago de Icod

Drago de Icod

Precisamente a esta valorada especie (dracaena draco), dedica el profesor Martel algunas composiciones, en particular al drago de Icod (Icod de los Vinos, Tenerife), al drago de Pino Santo (Santa Brígida, Gran Canaria) y al drago de Gáldar (Gran Canaria); dos poemas dedicados a esta especie vegetal muy presente y simbólica en Canarias, se exponen a continuación.

Poema al drago de Pino Santo

Poema al drago de Pino Santo

Poema al drago de Gáldar

Poema al drago de Gáldar