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La Educación en España. La Didáctica de la Matemática en España y los inicios en Canarias

La preocupación firme por organizar la educación en España no comienza hasta principios del siglo XIX, cuando empieza a estructurarse la educación en primera, segunda y tercera enseñanza y empiezan a surgir intentos de mejora y de organización de la instrucción primaria; es entonces en 1838 cuando la enseñanza primaria se divide en pública y privada y a su vez en elemental y superior. A partir de entonces se producen alternancias de periodos de decadencia con otros momentos de prosperidad educativa, en los que se establecería el control de la enseñanza por el Estado, la supresión de los privilegios de las sociedades religiosas, la obligatoriedad de la enseñanza primaria o la uniformidad de los planes de estudio por un lado y se restablecerían las Escuelas Normales.

Por otro lado, es a finales del siglo XVIII cuando se inicia el desarrollo de las ideas pedagógicas y de la organización institucional para la formación de profesores de enseñanza primaria en lo que se conocieron como Escuelas Normales, aunque hay intentos anteriores de formación de maestros, relacionados con órdenes religiosas. En España, la primera Escuela Normal fue creada algo más tarde que en el resto de Europa y en 1845, se dispone la obligatoriedad de asistir a alguna de las 42 Escuelas Normales que existían ya en el país, a los aspirantes a Maestro.

En Canarias, el desarrollo de la enseñanza primaria fue evolucionando de manera muy lenta; como en el resto del país, la escuela primaria estuvo confinada inicialmente a organizaciones religiosas y posteriormente bajo respaldo estatal o municipal; pero hasta inicios del siglo XIX la mayoría de las escuelas públicas había visto truncada su actividad, principalmente por falta de fondos económicos; fue en 1835 cuando se abrió en Las Palmas una primera escuela pública, financiada definitivamente por el Ayuntamiento.

La enseñanza primaria en Canarias en general se encontraba, en aquella época, en un lamentable estado; además de la poca inversión económica, la mayoría de los profesores había tenido una preparación inadecuada e insuficiente, pero además la situación era aún más precaria en las escuelas de niñas, donde incluso no se les impartía clases de Aritmética. En 1845 había en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, con una población que superaba los  20.000 habitantes, solo 4 escuelas públicas, dos de niños y dos niñas; hay que tener en cuenta también que aún no se había creado la Escuela Normal. Por otra parte, a partir de 1845 debido al auge de la actividad comercial y económica, la situación de precariedad en la enseñanza fue aún mayor, porque las posibilidades de trabajo llevaron a que muchos niños y niñas abandonaran la escuela para contribuir a la mejora de la economía familiar; ya cuando la situación empezaba a mejorar, en 1860, el porcentaje de niños y niñas escolarizados era alrededor de un 30% de la población en edad escolar.

En 1868, la situación fue peor aún si cabe, con la Ley de junio del 68 se cerraron escuelas, se expulsó a maestros y se redujo la partida presupuestaria, aunque esta situación apenas tuvo incidencia en Canarias y la ley fue pronto derogada con la Revolución y el inicio del Sexenio democrático, que tampoco terminó por solucionar los problemas de la Enseñanza Primaria. En esa época muchos maestros y maestras renunciaron a la actividad docente, en busca de un mejor futuro económico. Respecto a la Escuela Normal en Canarias, la de La Laguna había pasado a ser Escuela Normal Superior, no así la de Las Palmas de Gran Canaria, ambas dependientes de la Universidad de Sevilla, ya que la de La laguna había sido clausurada anteriormente.

Con posterioridad a 1875, la enseñanza siguió siendo deficitaria en Canarias, aunque mejoró sensiblemente la situación, en paralelo con el progreso económico y social; la alta tasa de abandono escolar, la baja preparación de los maestros y el abandono de la actividad docente por los bajos incentivos económicos seguían siendo una constante.

Respecto a la formación matemática, si la institucionalización de la formación de maestros fue tardía en España, la formación para la enseñanza de las Matemáticas lo fue aún más. Los matemáticos no comienzan a tener actividad profesional en España hasta fechas relativamente recientes, solo a partir de los años 60 del siglo XX, comienza una incorporación manifiesta al mercado laboral. Dentro de este campo hay un sector importante formado por los profesionales de la Educación Matemática, compuesto por todos aquellos educadores que trabajan en el área de la enseñanza y aprendizaje de las matemáticas, cuyas funciones y prioridades también se han ido modificando en esas últimas décadas.

Dentro de las enseñanzas que imparte la Universidad en España, está la titulación de Ciencias Matemáticas, que en Canarias se oferta en la Universidad de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife); además, muchas otras titulaciones tienen un gran peso en disciplinas matemáticas; todos estos estudios posibilitan el acceso a la profesión de Educador Matemático.

El número de profesores de cuerpos docentes de las Universidades Publicas, adscritos al área de Didáctica de la Matemática en el año 1990, fue de 177 (0,4 % del total de profesores de los cuerpos docentes universitarios); si se hace una comparativa con el curso 2013/2014, casi 25 años después, este número ha pasado de 177 a 401 profesores de Didáctica de la Matemática, de los que 11 son de las Universidades Canarias.

En la tabla siguiente se muestran algunos datos numéricos que se han podido obtener de los anuarios sobre estadística universitaria publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Aunque algunos datos son escasos, pues no se han realizado estudios estadísticos universitarios tan exhaustivos hasta los últimos cursos, se puede realizar una extrapolación general; con esto, teniendo en cuenta el aumento de 177 profesores de Didáctica de la Matemática en el curso 1989/1990 a 401 profesores en 25 años, y considerando un porcentaje más o menos constante del 0,4 % respecto al profesorado universitario total, se podría estimar un número que no superaría los 80 profesores de Didáctica de la Matemática en las Universidades Españolas en los años 70, y de alrededor de 20 en los años 60; mientras que las universidades canarias no contarían con profesorado de Didáctica de la Matemática en su plantilla a comienzos de la década de los años 60 hasta la llegada del profesor José Martel.

Evolución aproximada del número de docentes total, en las áreas de Ciencias y de Matemáticas y en Escuelas de Magisterio y áreas de Didáctica de la Matemática, en Universidades españolas y canarias.

Evolución aproximada del número de docentes total, en las áreas de Ciencias y de Matemáticas y en Escuelas de Magisterio y áreas de Didáctica de la Matemática, en Universidades españolas y canarias.

El área de Didáctica de la Matemática y sus líneas de investigación relacionadas, son de introducción relativamente reciente en España; de hecho, previamente se entendía que una formación didáctica en el profesorado de Matemáticas no se hacía necesaria para desempeñar la tarea docente; además de esto, el profesorado de Matemáticas en los niveles de Secundaria y estudios superiores se ha venido incorporando desde otras ramas de Ciencias, sin especial cualificación en Matemáticas y sin conexión con su didáctica.

Por otra lado, mientras que las mejoras en los sistemas educativos tuvieron lugar en Europa a partir de los años 60, a España llegaron unos quince años después; un aspecto que reflejó entonces los avances en el sistema educativo español fue el fuerte aumento en el número de profesores, otro dato importante que muestra este avance se encuentra en los esfuerzos por mejorar la calidad de la enseñanza.

En este marco es en el que la enseñanza y aprendizaje de las Matemáticas comienza a desarrollarse como rama que afronta los planteamientos, los objetivos y las directrices para proporcionar una nueva visión del tratamiento de las Matemáticas en el ámbito escolar, la Educación Matemática.

… debemos dejar de concebir las matemáticas como un objeto ya constituido que hay que dominar, y… comenzar a considerarlas como una forma de pensamiento abierto con margen para la creatividad, cuya ejercitación hay que desarrollar, respetando la autonomía y ritmo de cada persona…

(Díaz Godino et al., 1991, p.19)

Pero la necesidad y el interés por organizar la educación matemática en torno a la profesión docente no es tan reciente a nivel mundial, ya en 1871 se funda en el Reino Unido la primera Sociedad de Profesores de Matemáticas, the Association for the Improvement on Geometrical Teaching, que publicó en 1894 el primer número de su revista, Gaceta Matemática, con artículos para mejorar la enseñanza de las Matemáticas; esta revista continúa publicándose en la actualidad. Aparecen otras organizaciones, tales como la conocida NCTM (National Council of Teachers of Mathematics), que publica en 1908 su revista The Mathematics Teachers, también presente actualmente o la Comisión Internacional sobre Educación Matemática (CIEM/ICMI), constituida en 1908. Más tarde se crea la Comisión Internacional para el Estudio y la Mejora de la Enseñanza de las Matemáticas (CIEAEM) en 1950, en la que participaron además de matemáticos como Georges Papy, Emma Castelnuovo, Pedro Puig Adam, psicólogos y pedagogos interesados en la Educación Matemática, entre ellos, Jean Piaget o Caleb Cattegno.

Matemáticos de varios países promovieron en esas asociaciones, la necesidad de cambiar las metodologías en la enseñanza de las Matemáticas. Todas estas organizaciones, con sus iniciativas para procurar una mejor comprensión de situaciones planteadas en la enseñanza de las Matemáticas, han sido responsables de las mejoras en la educación de esta Disciplina.

Aunque algunos matemáticos e investigadores españoles participaron en las comisiones sobre Educación Matemática, el movimiento reformista promovido no tuvo repercusiones en España, posiblemente debido a la situación social, política y académica de aquella época, y nuestro país quedó al margen de estas corrientes. A pesar de ello, matemáticos como Rey Pastor (6) o su discípulo Puig Adam, pudieron publicar trabajos importantes en revistas internacionales, y a través de ellos entraron en España también algunas aportaciones exteriores.

Alrededor de 1920 comienzan a aparecer instituciones tales como el Instituto–Escuela de Madrid, las Escuelas Superiores de Magisterio o las Escuelas Normales de Maestro, con la misión de formar a profesores, y que dedicaron cierto tiempo a la Educación Matemática. En la Escuela Superior de Magisterio  de  Madrid  se  formaron  grandes profesores que mejoraron el nivel científico  y  pedagógico  de las Escuelas Normales, éstos se asociaron y publicaron la  Revista  de  Escuelas Normales, que en aquella época promovía mejoras y avances en la formación del Profesorado, que llevaron por ejemplo, al Plan de Estudios de 1931, que colocó a las escuelas Normales a la altura de las líneas europeas de innovación.

Con este nuevo Plan de Estudios, las Matemáticas tenían una componente metodológica, Metodología de las Matemáticas, que comprendía aspectos psicológicos del niño respecto al aprendizaje de las Matemáticas y cuestiones de Metodología y Didáctica y de Historia de las Matemáticas.

La guerra civil supuso una ruptura de la política educativa llevada a cabo, aunque se realizan intentos, a partir de 1945, de añadir una componente pedagógica a la formación científica del profesorado. En este periodo, en el curso 1944/45, comienza el profesor José Martel a recibir su formación en Ciencias Matemáticas, en la Universidad Central de Madrid.

Durante la década de los años 50, con Pedro Puig Adam, la Educación Matemática en España inicia un fructífero periodo de relaciones con los grupos más avanzados respecto a las ideas sobre Didáctica de la Matemática. Hay que destacar también la preocupación existente en la época, ante la falta de profesorado cualificado para impartir las asignaturas de Enseñanza de las Matemáticas.

En el año 1957 José Martel comienza su actividad docente en la Escuela Normal de Maestros de Las Palmas, periodo en que se reactivó en España el interés por al Didáctica y sus posibilidades de actuación. Comienza entonces el profesor Martel, a mantener fructíferos contactos con matemáticos eminentes en la época, por sus ideas avanzadas sobre Didáctica de la Matemática, tales como Zoltan Dienes o Emma Castelnuovo.

A partir de los años 70 comenzaron a crearse numerosas sociedades de profesores y grupos de renovación de la Educación Matemática, a lo largo de la geografía española, que trabajaron en general, en plantear y buscar soluciones para los problemas surgidos del currículo de matemáticas de los planes educativos vigentes. Así, surge el grupo Zero de Barcelona, más tarde el grupo Beta de Badajoz, la sociedad canaria “Isaac Newton”, la sociedad andaluza “Thales”, etc. Estas sociedades de profesores de Matemáticas y muchos investigadores realizan periódicamente, reuniones y participaciones en congresos, jornadas o seminarios, y junto con la publicación de numerosos trabajos en revistas de interés sobre Educación Matemática de prestigio, tanto nacionales como internacionales, muestran en la actualidad una comunidad viva y activa de los Educadores Matemáticos.

Grandes grupos de investigación concurrentes a los distintos congresos y conferencias sobre Educación Matemática que se han venido celebrando, tuvieron como interés común la gestación de una Teoría de la Educación Matemática, que diera las bases teóricas de la Didáctica de la Matemática como disciplina científica.  En  España, el  reconocimiento  de la Didáctica de la Mate­mática como ciencia y como área de conocimiento no llegaría hasta  1984, lo que permitiría a los profesores agruparse en Departamentos Universitarios.

Lo destacable de la enorme cantidad de fuentes documentales que han recopilado desde entonces y recogen en la actualidad, y los resultados de investigaciones, experiencias didácticas, innovaciones metodológicas, etc. por parte  de  los  profesores  e investigadores en Educación Matemática, es principalmente, que supone un valioso recurso a disposición el profesorado de Matemáticas, para organizar y orientar su labor docente.

Los estudios sobre el pensamiento del profesor acerca de la Matemática y su enseñanza y su influencia sobre la acción docente, como línea de trabajo, dentro de las vías de investigación en la Enseñanza de las Matemáticas, suponen por ello, un espacio de estudio de enorme interés en el área de Didáctica de la Matemática. Además, es interesante tener en cuenta que, mientras la investigación en Educación Matemática se centraba, a nivel mundial, mayoritariamente en el bloque numérico, el profesor José Martel hizo la gran mayoría de sus aportaciones en el campo de la Geometría, muchas veces olvidada, también en los currículos de la Educación obligatoria.

Respecto a la situación particular de la Didáctica de la Matemática y la formación del Profesorado de Matemáticas en la Comunidad Canaria, la situación y recorrido histórico es, en general, paralelo al resto del país. Por un lado, se organizó también una Sociedad Canaria de Profesores de Matemáticas, llamada “Isaac Newton”, que fue promovida y creada en 1977, junto con otros profesores, por el profesor Luis Balbuena Castellano, de la que fue Secretario General hasta 1989.

Por otra parte, en la Comunidad Autónoma Canaria, la Escuela Normal Elemental de Maestros de La Laguna fue creada en el año 1849 y pasó a ser Escuela Normal Superior en 1866; tras posteriores etapas, convergió hacia la Escuela Universitaria del Profesorado de EGB en el año 1972.

Respecto a la Escuela Normal Elemental de Maestros de Las Palmas, ésta inicia su andadura en el año 1853, dependiendo de la Universidad Literaria de Sevilla, y se convierte en Escuela Normal Superior en el año 1907, y en 1914 en Escuela Normal de Maestros, año en el que se implanta el título único de Maestro de Primera Enseñanza. La Escuela Normal de Maestros de las Palmas pasa a denominarse Escuela Universitaria de Formación del Profesorado en 1971, cuando se integra en la Universidad de La Laguna.

En ese momento, la Universidad de La Laguna era el único Centro Universitario canario al que estaban adscritas las dos Escuelas Universitarias de Formación del Profesorado de ambas provincias canarias, tanto la ubicada en La Laguna (Santa Cruz de Tenerife) como la situada en Las Palmas de Gran Canaria (Las Palmas).

Durante la década de los años 70, se percibe todavía la necesidad de profesorado cualificado, con la formación y la información necesaria para impartir las asignaturas de Matemáticas según los nuevos enfoques, pues la tarea   del  profesor  requiere,  no  solo  una  formación  científica  propia  de  la materia, sino además una fuerte componente de competencias didácticas, que le capacite para crear situaciones de aprendizaje que lleven a un aprendizaje significativo.

Ante esta situación y dados la trayectoria, la formación, el currículo y la dedicación constante a la Didáctica de la Matemática y las relaciones que mantenía con profesores y matemáticos de conocida reputación en el área a nivel internacional, se solicitó asesoramiento al profesor José Martel sobre el modo de organizar contenidos, sobre el modo de trabajar en el aula, pasando de lecciones magistrales a una dinámica de grupos, participativa, con apoyo de material manipulativo significativo, participativa, con debates, razonamientos y búsquedas de estrategias propias, etc.