La formación del Maestro (1955 – 1962)
A partir de su licenciatura comienza la dedicación profesional de su vida, la enseñanza de las Matemáticas a niveles, primero particular y privado, y pocos años más tarde de manera oficial. En el curso 1957/58 recibe una beca, por valor de 12.000 pesetas anuales, para un puesto de profesor Ayudante becario de Matemáticas en el Instituto Nacional de Enseñanza Media de las Palmas, prorrogable para el curso 1958/59.
A partir de 1959, comienza también a ejercer la docencia en la Escuela Normal de Las Palmas, y aquí realizó desde entonces su actividad profesional ininterrumpidamente hasta su jubilación; visitándonos y asesorándonos en repetidas ocasiones después de ésta.
En 1960 obtiene también con la titulación de Maestro de Enseñanza Primaria en 1960. En su tarea docente, su inquietud y curiosidad por la resolución de problemas de Matemáticas, le llevó en varias ocasiones a proponer soluciones a problemas de gran nivel, seleccionados y propuestos por la revista Gaceta Matemática, publicada por el Instituto “Jorge Juan” de Matemáticas y la Real Sociedad Matemática Española; así las soluciones dadas por José Martel aparecieron publicadas en la revista entre los años 1959 y 1963.
En diciembre de 1962 el profesor José Martel contrae matrimonio con la profesora Dña. María del Prado Escobar Bonilla, de origen manchego, Catedrática de Literatura del Instituto de Enseñanzas Medias de Las Palmas. El matrimonio trasladó su residencia a diversas zonas del centro de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, inicialmente muy cerca de los institutos y más tarde a la zona alta de la ciudad, donde vivió José Martel hasta su fallecimiento.
Tuvieron cuatro hijos, que en algún momento de sus vidas profesionales han tenido o tienen actualmente, actividad docente o vinculación con la Universidad y el área de Humanidades, lo que da una muestra más de la trayectoria y el interés puesto por José Martel para con su familia, amigos, colegas,… acerca de la importancia y necesidad de la labor docente y pedagógica.
José Martel tenía gran capacidad para transmitir, para enseñar, y la influencia que su labor y el desempeño docente y el amor por la enseñanza, que ha podido tener, va mucho más allá de sus familiares más cercanos, pues no solo sus hijos, sino además otros familiares como sobrinos y sobrinas, otros compañeros de profesión e incluso Maestras y Maestros ya jubilados o aún en el ejercicio de su profesión, han sido los receptores y beneficiarios de sus inquietudes y de su pasión por la enseñanza, aspecto que queda visto en las constantes muestras de afecto que he percibido hacia su persona.